sábado, 24 de abril de 2010

Telenovelas...

Siempre me han gustado las telenovelas, quizas porque te hacen olvidar un poco tu vida y te hacen vivir otras un poco mas interesantes diria yo. Pero sobretodo, creo que es porque te dan algunas falsas pero dulces esperanzas como la de encontrar un hombre bueno, capaz de rechazar las mujeres mas hermosas por ti, fiel, detallista, hermoso, rico y que por supuesto, no es gay (o al menos no se ha dado cuenta) y una, consciente de que es mentira total, consciente de que esas personas no son mas que titeres de alquiler que sirven para pagar las cuentas del dueno del canal, esta cada dia a la misma hora pegada del televisor.



De pequena las veia escondida ya que mi papa solia "saludarme con sus chancletas" cada vez que, gracias a mi entusiasmo se me olvidaba checar por la ventana a ver si habia llegado. No me dejaba verlas quizas por miedo a que vea algo que no tenia que ver a esa edad, cosas que no iba a entender y que el tampoco se iba a atrever a explicarme,

Tenia razon, definitivamente. Ahora mas grandecita me sorprendo del juicio de valores erroneo que hacemos, de como odiamos a la mala y defendemos a la "buena".



...Esa mala a la que tanto odiamos es una mujer que hasta hace poco estaba feliz y contenta con su casi esposo y el (quien nadie lo obligo a comprometerse) no estaba menos feliz. Pero de repente, llega esta mujercita, campesina, con cara de mosquita muerta (me rio al ver qiuenes las interpretaban, unas mujeres con mas kilometros que la carretera de aqui a Barahona, de verdad que eran buenas actrices) y el magicamente se enamoraba como nunca lo habia estado de otra mujer. Digo magicamente no solo porque apenas la veia y ya iba a contarle al mejor amigo que era la mujer mas bella que habia visto, sino mas bien, porque esa mujercita nunca tuvo que pasar trabajo para conquistarlo, no tuvo que preocuparse por el vestido que se iba a poner, no tuvo que depilarse las cejas, ni el bigote, ni las axilas, no tuvo que cambiarse de ropa 15 veces y mucho menos tuvo que pasar hambre en la primera cita....Como si fuera tan facil!!



Y eso que antes las "buenas" sufrian, se mortificaban al saber que eran las culpables de tan sonado rompiento y hasta se alejaban de ese hombre tan amado, tenian cualidades algo olvidadas en esta generacion...pudor y verguenza.

Ahora, en cambio, resulta un poco complicado identificar a la "buena", si no es porque sale junto al deseado protagonista y el nombre de la telenovela antes de dar anuncios, no sabriamos nunca quien es quien. Es que las buenas ahora parecen entrenadas por Niurka Marcos.



aaaahh cuanto recuerdos! como me gustaban las telenovelas. Hasta que creci y comprendi que no toda mujer mareada estaba preniada, que no existian mujeres tan pulcras ni hombres tan serios como para rechazar mujeres preciosas semidesnudas.



La verdad que ahora comprendo a mi padre...nunca dejare que mis hijos vean telenovelas!!