jueves, 24 de diciembre de 2009

Señora...


Usted señora tan pulcra, tan buena, tan bella...por fuera.
Usted señora tan dañina, tan mala, tan podrida...por dentro.

Qué pasa señora que la ambición la recogió junto a la hipocresía en un callejón?

Usted señora debería saber que lo de adentro no se limpia con no 5 de Chanel, eso sólo disfraza la soledad que tiene desde que firmó ese papel.

Y es que usted señora a cualquiera engaña con su sonrisa, su simpatía y sus idas a misa, a mí si no me engaña, yo conozco bien los botones de su camisa.

Usted mejor debería mirar la paja en su ojo antes que en la de los demás, debería limpiar su alma y quitarse el antifaz que no le deja ver la verdadera felicidad.
Esa que no está en Casa de Campo, Miami o en los mejores restauranes de la ciudad...esa que está en hacer las cosas bien, con amor y voluntad.

Qué tanta culpa tiene usted que ni siquiera puede ver en realidad en la porquería en que la ha convertido su soledad?

Qué tanta culpa tiene usted?, qué tan podrida está que joder a los demás le da tranquilidad?...

Más grande es el que comete un error y lo reconoce que el que tiene muchos y no los conoce...
Más peca el que se persigna sin sentirlo, que lo hace aparentando, que el que no va a misa pero reparte pan y a otros va alimentando...

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